martes, 5 de febrero de 2013

BEBÉS DESCALZOS, BEBÉS FELICES

"Bebés descalzos, bebés felices", es el título de un artículo que enseguida me llamó la atención y el motivo por el cual llamé a mi bloc "Andando descalzas".

El mundo de la moda nos ofrece montones de diseños de zapatos para bebés realmente preciosos. De hecho, cuando mi bebé nació el pasado 26 de junio nos regalaron varios pares de zapatos. Todos ellos de lo más modernos y graciosos. Pero la verdad es que no hemos usado ninguno de ellos, en primer lugar porqué estábamos en pleno verano y hacía mucho calor y en segundo lugar porqué, como es evidente, un bebé recién nacido aún no anda.

Un reciente estudio de la profesora Isabel Gentil García, de la Universidad Complutense de Madrid, sostiene que el estímulo sensorial de los pies descalzos de los bebés estimula su desarrollo intelectual, fruto de la interacción del bebé con el entorno que le rodea.

Los pies de los bebés tienen una sensibilidad mucho mayor que la de sus manos. De este modo las plantas sus pies le permiten captar la información de su entorno. Más adelante el bebé también llevará sus pies a la boca y esto le permitirá  ir descubriendo su cuerpo, así como los límites de éste respecto al entorno.

En definitiva la autora concluye que el estímulo sensorial de los pies descalzos del bebé favorece:
. El Desarrollo propioceptivo,  es decir el descubrimiento y conocimiento del propio cuerpo en relación al espacio, así como el control de movimientos.
. La maduración, que es el proceso en el cual el bebé irá desarrollando plenamente sus capacidades mentales y es fruto de la interacción del bebé con el entorno en el que se encuentra.
. El desarrollo intelectual, donde el movimiento y la manipulación son la clave en esta primera etapa de la vida (primera infancia, 0 a 2 años).

Teniendo en cuenta todo esto es recomendable no calzar a los niños a no ser que sea para protegerlos del frío. Así que dejemos que nuestros bebés experimenten con su cuerpo, que toquen, que observen, que se metan las manos y los pies en la boca,...en definitiva que descubran y sean felices.



Fuentes: Revista Internacional de Ciencias Podológicas. Vol 1 Núm 1








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